Cuenta con espacios acondicionados y dotados de calefacción para los cachorros.

Es un espacio de atención exclusiva para perros, con casetas individuales, que cuenta con zona interior y zona exterior.

Cuenta con cheniles individuales para aquellos animales que estén enfermos y para los que requieren cuarentena.

Se trata de dos zonas separadas y específicamente preparadas para la correcta y adecuada atención de los gatos adultos.

Un espacio adecuado y exclusivo para su cuidado.

Hay que solicitar una cita previa para ver a los animales llamando al teléfono 916 64 84 35. En dicha visita se le asesorará sobre qué animales pueden ser más apropiados para usted dadas sus circunstancias personales concretas. También se le informará sobre los trámites a seguir para la adopción y sobre cualquier duda que le surja sobre el cuidado del animal, su educación, etc.

En virtud de la Ley 4/2016, de 22 de julio, de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid, tanto a los perros, gatos y hurones como a los conejos se les debe implantar un microchip identificativo y tiene que ser esterilizados antes de su salida como animales adoptados. Los perros, además, están obligados a tener en vigor la vacuna antirrábica del año en curso.

En esta misma página web, en el apartado “Adopta”, disponemos de fichas y fotos de los animales que se encuentran en adopción en el centro.

Si se encuentra algún animal doméstico vagabundo, extraviado, abandonado o fallecido en la vía pública dentro del término municipal de Alcorcón, llame al teléfono 916 64 84 35 o al teléfono 911 12 70 92 de la Policía municipal. Una unidad móvil del C.I.P.A. acudirá a la mayor brevedad posible. Los animales vagabundos y/o abandonados no podrán ser recogidos por particulares, solo podrán inmovilizarlos para no ocasionar accidentes y avisar a la Policía municipal o al CIPA para su recogida.

Si se trata de un animal silvestre malherido, llame al teléfono de G.R.E.F.A. (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat): 627 46 14 57.

Contacte con nosotros previamente llamando al teléfono 916 64 84 35 y le indicaremos los trámites a seguir.

Se debe abonar previamente la tasa municipal de enterramiento. Para más información contactar con el teléfono 916 64 84 35.

Se debe abonar previamente la tasa municipal de recogida. Para más información contactar con el teléfono 916 64 84 35.

Todos los miembros de la familia deben estar de acuerdo en la adopción del animal, ya que implica muchas responsabilidades en cuanto a su atención y cuidado: alimentación, paseos, visitas al veterinario, etc. La tenencia responsable de una mascota conlleva una serie de gastos fijos que hay que considerar (alimentación, visita al veterinario para control rutinario de salud, accesorios, etc.), así como unos gastos extras que pueden surgir (cirugías, medicamentos, residencias caninas en vacaciones, adiestramiento, etc.).

Cuando ya se esté decidido por una adopción, debe pedir una cita en el C.I.P.A. (Telf. 916 64 84 35) para ver a los animales. Nuestros empleados le asesorarán sobre qué perro, gato, etc. puede ser más indicado para su familia.

Se recomienda que acudan a la cita todas las personas que vayan a convivir con el animal, así se podrá observar cómo interactúa con cada uno de los miembros de la familia, sobre todo con los niños.

Cada animal tiene su propia personalidad. Aunque pertenezca a una raza determinada puede no seguir los patrones que esta raza tenga establecidos en cuanto a carácter.

- A la hora de elegir entre un cachorro y un animal adulto conviene considerar que un cachorro requiere más tiempo para darle de comer, vigilarle, enseñarle y socializarle adecuadamente. Es importante tener paciencia porque causará destrozos y ensuciará la casa hasta que aprenda las normas básicas. Los perros adultos son generalmente más tranquilos y si han sido correctamente socializados, se puede adaptar perfectamente a tu hogar.

Se desaconseja la adquisición de cachorros a las personas mayores, por su elevada energía y necesidades de ejercicio y juego.

- Cuando ya se tienen otras mascotas en casa, es importante comprobar la compatibilidad de convivencia entre ellas y el nuevo animal que se desea adoptar. Nuestros empleados te aconsejarán sobre este tema.

Cuando un perro o gato es adoptado se entrega esterilizado. No solo porque así lo estipule la vigente Ley 4/2016, de 22 de julio, de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid, sino porque tiene múltiples ventajas para la salud tanto física como psíquica de nuestra mascota.

Castrar a un animal no le traumatiza, ni perjudica su salud general. Además, el animal no tiene por qué engordar si se vigila su alimentación. El problema del sobrepeso suele originarse como consecuencia de un estilo de vida inadecuado: alimentación excesiva y ejercicio escaso.

El animal esterilizado suele volverse más tranquilo, siendo menos propenso a las peleas (y por tanto a sufrir heridas como consecuencia de ellas) e igualmente tenderá menos a escaparse (disminuye el riesgo de que pueda ser atropellado o causar un accidente de tráfico).

En la esterilización temprana de machos se reduce la conducta de eliminación de orina (marcado del territorio).

Las hembras dejan de tener el celo, por lo que se evita la atracción continua de los machos y la posibilidad de que pueda quedarse preñada si se escapa en este periodo. También se evitan los embarazos psicológicos.

Con la castración se reduce el riesgo de padecer tumores ováricos, uterinos y de mama así como infecciones uterinas en hembras, y tumores de testículos y de glándulas perianales en machos.

Además, no se producen camadas indeseadas, las cuales suponen un gasto económico de mantenimiento y la necesidad de buscar propietarios adecuados y responsables para cada uno de los animales de la nueva camada, además de requerir que se proporcionen los cuidados necesarios tanto a la madre como a los cachorros.

Cualquier perro que haya vivido un proceso de abandono, cada uno con su propia historia, ha sufrido un periodo de estrés que puede haber sido más o menos largo (más o menos agudo o cronificado). No en vano, cualquier cambio produce estrés, aunque vayamos a una situación mejor.

Por ello, en los primeros días, semanas o meses tras la adopción podemos encontrarnos con que el animal no muestra su verdadera personalidad porque está estresado, pudiendo observar principalmente dos perfiles diferentes:

El perro hiperactivo o problemático: ligado a un exceso de energía producido por el estrés. En este caso debemos actuar con mucha paciencia y amor. El estrés y todo lo que conlleva irán disminuyendo lentamente. No se debe intentar reprimir, castigar, eliminar o modificar estas conductas, porque al perro le sirven para desahogar su estrés; tampoco es buena idea educar durante este periodo de adaptación. Lo que necesita el animal durante los primeros meses básicamente es: paz, tranquilidad, comer bien, sentirse amado, recibir cariño, sentirse seguro y descansar.

El perro perfecto: un perro que sufre de estrés crónico es aquel que lleva mucho tiempo padeciendo estrés y, como consecuencia de ello, tiene su energía agotada. Esta circunstancia ocasiona que tengamos un animal en apariencia muy tranquilo, que no ladra, que no molesta, que no da ningún problema. Tras ser adoptado, con la mejora de su bienestar, el perro supera el primer periodo de recuperación del estrés crónico, y entonces pasamos a tener un perro como el del punto 1: hiperactivo. Es conveniente estar prevenidos al respecto y no asustarse ante este cambio, porque se trata de un proceso de adaptación y simplemente debemos ser pacientes y esperar a que esta segunda etapa acabe para que el perro pueda equilibrarse emocionalmente.

Un perro recién adoptado requiere de un periodo de adaptación a la nueva situación hasta su estabilización. Dicho periodo varía de un individuo a otro en función de factores tales como su edad, su estado de salud y, sobre todo, estado emocional.

En ese sentido, hay varios consejos que pueden ayudar a afrontar el periodo de adaptación con menor estrés para el animal:

1.  Paciencia: debemos ser conscientes de que es un ser vivo con sus propias decisiones y pensamientos, y que necesitará tiempo para adaptarse a su nueva casa, dueños, etc. Tanto los cachorros como muchos de los perros adultos que están en adopción no suelen estar educados para convivir en un hogar (por ejemplo, no saben que no deben orinar en casa, robar la comida de la mesa o ladrar cuando suena el timbre), pero todos los perros se pueden educar con tiempo y paciencia.
2. Paseos ajustados: al principio debemos realizar paseos cortos, de 10-15 minutos, pero frecuentes (5 o 6 al día). De ese modo evitaremos sobreexcitar al perro recién llegado con mucha información de golpe, además de facilitar que haga sus necesidades fuera de casa, promoviendo que se vaya haciendo a la zona y pueda olisquear todo bien.
3. Ausencias graduales: los primeros días es conveniente no dejar solo al perro recién adoptado durante mucho tiempo. Es conveniente, antes de dejarle solo, darle un paseo relajante y proporcionarle entretenimiento. Debemos enseñarle, poco a poco, a quedarse solo. Para ello empezaremos con salidas de un par de minutos, que iremos incrementando progresivamente a cinco, siete, cinco, diez, quince minutos, etc.
4. Rutina: es fundamental mantener una rutina y orden en el día a día de nuestro perro, con el fin de favorecer una buena educación y lograr un estado de calma y serenidad para el animal.
5. Seguridad y exigencia: es importante poner unas normas de convivencia desde el principio, pero esto no significa que podamos regañarle. Inicialmente no conviene exigirle al perro, sino demostrarle que su nuevo grupo familiar es de fiar, confiable y previsible. Y premiar sus acciones positivas. Si las primeras semanas comete errores, será culpa nuestra, ya que no se lo hemos enseñado. Lo mejor en estos casos es prevenir: por ejemplo, si no queremos que entre en las habitaciones, no le dejaremos entrar desde un principio. Además, la manipulación debe ser progresiva: no a todos los perros les gusta que les acaricien, especialmente si aún no nos conoce lo suficiente. Paulatinamente iremos aprendiendo qué le gusta y qué no, respetando su espacio y no molestándole mientras duerme o come.
6. Juegos: el perro recién adoptado necesita juegos que le aporten calma (estimulación mental: búsqueda de pienso o juguetes tipo Kong; huesos de masticación).
7. Demandas de atención: es vital que enseñemos a nuestro perro que, si quiere algo de nosotros, no puede demandarlo por ejemplo poniéndonos las patas encima. (en este caso le ignoramos). Por el contrario, premiaremos todas aquellas situaciones que sí nos gusten (que deje de ladrar, que esté tumbado tranquilo, etc.).
8. Comunicación canina: aprender a interpretar las principales señales que utilizan los perros para comunicarse entre ellos nos puede ayudar a entender mejor cómo se siente nuestro nuevo amigo e, incluso, podemos utilizarlas con ellos: bostezar, girar la cabeza, dar la espalda (son las denominadas “señales de calma”).

1. Para que el nuevo gato se adapte más fácilmente a nuestro hogar, los primeros días los pasará en una habitación poco ruidosa y tranquila con todos los elementos imprescindibles. Evitar que en esta habitación exista un hueco donde se pueda meter el gato y que sea difícil sacarlo de ahí. Hay que colocar el arenero lo más lejos posible del agua y la comida. De esta forma crearemos un lugar donde se encuentre siempre seguro y cómodo. Cuando consideremos que el animal ya está integrado en ese ambiente, será cuando le dejemos explorar el resto de la casa.
2. Tendrá que tener, siempre disponible, un arenero con arena limpia. A veces hay que buscar otra ubicación al arenero ya que al gato no le parece un lugar adecuado el elegido por nosotros. Lo ideal es un sitio tranquilo y poco transitado, como puede ser el baño de la casa. Si hay varios gatos en el mismo hogar, posiblemente sea conveniente poner más de una bandeja de arena.
3. Los gatos se administran ellos mismos la cantidad de comida que ingieren. Solo habrá que tener cuidado con la cantidad de alimentos si el animal empieza a engordar. Entonces se tendrá que racionalizar y darles de comer pienso bajo en calorías. En el mercado de alimentación para animales existe una amplia gama alimentos dependiendo de la edad del gato o las características fisiológicas o enfermedades que pueda padecer. En estos últimos casos es conveniente que un veterinario te los prescriba. Es mejor para su salud que coman pienso seco siempre y reservar la comida húmeda para casos excepcionales. El agua se le cambiará a diario por agua limpia y fresca.
4. Hay que colocar un rascador bien alto y robusto para que el gato se pueda afilar las uñas. Es recomendable que esté en el lugar donde más vida social tenga con los humanos y otros animales, normalmente el salón y la cocina.
5. Los gatos prefieren estar a cierta altura. Es conveniente que puedan subirse a baldas o estanterías a distintas alturas. Si hay perros en el hogar, también colocaremos su comida y bebedero en alto.
6. Hay que cuidar que las ventanas no se queden abiertas. Los gatos son muy curiosos e intentarán investigar, por lo que pueden caerse. Se pueden dejar las ventanas abiertas si antes se coloca una malla, mosquitera metálica, celosía o similar.
7. Es importante fijarse en el pelo del gato. Nos indica la buena salud del animal. Ellos se limpian y acicalan los días. Si el pelo del gato está sucio o con caspa, se debe consultar con un veterinario. Se les puedes cepillar una vez por semana para eliminar el pelo muerto y evitar así que se formen bolas de pelo. Si tiene pelo largo se le pueden formar nudos, por lo que conviene cepillarlos mucho más a menudo. También puedes darle varias veces en semana malta para ayudarles a digerir las bolas de pelo. Es conveniente cepillarlos desde que son pequeños para que se acostumbren a estas manipulaciones.
8. Los gatos son muy sensibles a las corrientes, por lo que se deben evitar esas situaciones. Se resfrían con cierta facilidad.
9. El juego es especialmente importante para los gatos puesto que les permite desarrollar sus habilidades de caza. Nunca habrá que jugar con nuestras manos, siempre con juguetes, y no necesariamente comprados. Les gustan los objetos de tamaño pequeño, que semejarían a ratoncitos o pajarillos, y ligeros porque les encanta voltearlos por el aire, darles patadas con las patas y perseguirlos.

• Cartilla sanitaria con la vacuna antirrábica anual no caducada.
• Título de propiedad/certificado de alta identificación animales de compañía en la Comunidad de Madrid.
• D.N.I. del propietario del animal.
• Puede censar al animal otra persona que no sea el dueño del animal, siempre y cuando, venga con una autorización firmada por el propietario junto con fotocopia del DNI del dueño y el DNI de la persona autorizada.

Todas estas gestiones se realizan en el C.I.P.A.

Horario del censo: de lunes a viernes no festivos de 8:00h a 14:15h solicitando cita previa en el teléfono 91 664 84 35