Historia
Historia
Introducción
"Cuando veas salir humo de la villa de Alcorcón,
no creas que cuecen pan;
ollas y pucheros son”
(Canción infantil popular)
Alcorcón, situado a unos 13 kilómetros de la capital, y que hoy es una de las ciudades más representativas de la Comunidad de Madrid, fue hasta mediados del pasado siglo XX, un pequeño pueblo a las puertas de la capital. Hoy, junto con Móstoles, Leganés, Getafe y Fuenlabrada, forman el denominado Gran Sur.
El censo de población del año 1955 indica 1028 habitantes de hecho y 959 de derecho, población que se triplica en el censo de 1960. Pero pasa una década y el número de residentes se multiplica por catorce. En 1975 el municipio llegará a tener 112.616 habitantes. El aluvión de emigrantes, de otras regiones de España, fue tan importante que se llegó a perder la conciencia de lo que en el pasado había sido Alcorcón, un pequeño pueblo campesino en el Camino Real hacia Extremadura, que había vivido de la agricultura y de la alfarería, la que da lugar a nuestros emblemáticos pucheros, y cuya forma de vida desapareció, dedicando el espacio a albergar a su creciente población.
A fecha de 2023 Alcorcón, según datos del INE, cuenta con una población empadronada de 171.772 habitantes, de los cuales 82.226 son hombres y 89.546 mujeres. Es una comunidad diversa, con residentes nacidos en 147 países. Datos procedentes del portal de datos abiertos municipal.
Historia hasta el siglo XX
Según nos explican sus autores en el libro Imágenes de Alcorcón. Un paseo a través del tiempo, desde la prehistoria, los seres humanos han buscado lugares próximos al agua para establecerse, elemento imprescindible tanto para su propia supervivencia como para los animales que cazaban y les alimentaban. Se han encontrado pocos restos prehistóricos en Alcorcón. En torno al arroyo Butarque se encontró un pequeño yacimiento paleolítico y, en la fuente de la Canaleja, arroyo en la prehistoria, se encontraron lascas de sílex. Tampoco hay fuentes documentales sobre la existencia de Alcorcón durante el periodo romano en Hispania.
El territorio de Alcorcón estaba enclavado en la zona geográfica en la que vivían los carpetanos que, como el conjunto de pueblos celtíberos, se resistieron durante más de 100 años a la dominación romana. En documentación de época visigoda y musulmana tampoco hay referencia de Alcorcón, pudiéndose deducir que no existía o que era una población insignificante.
Casi todas las fuentes coinciden en que Alcorcón era un poblamiento árabe, situando su nacimiento en el último tercio de la Reconquista, esto es, en la Baja Edad Media, dada la falta de referencias anteriores. Su nombre aparece, en efecto, escrito por vez primera como cañada de Alcorcón, que se menciona junto a la próxima de Butarque cuando Alfonso Vlll, a principios del siglo XIII, delimita el territorio de la jurisdicción de Segovia, señalizando su división de la de Madrid. Su nombre volverá a aparecer muy pronto, en 1222, con la nueva delimitación realizada por Fernando III el Santo, de la Comunidad de Tierra y Villa de Madrid, consecuencia de la pugna constante entre Madrid y Segovia por lo que se refiere a sus correspondientes jurisdicciones. Alcorcón queda adscrito a Madrid, dentro del sexmo de Aravaca, es decir, junto a Pozuelo, Majadahonda, Boadilla, Leganés y los dos Carabancheles.
Sin embargo, es muy posible que su ámbito primitivo, la contigua y extinta población de Santo Domingo de la Ribota, surgida en torno de la también desaparecida ermita de la Ribota de la que tomó el nombre, pueda remontarse a la Alta Edad Media, allá por el siglo IX. Algunas fuentes inciden en el gran número de habitantes que tuvo el poblamiento en la época de Alfonso VI, superando a los existentes hacia 1949. Su posterior pérdida poblacional podría estar relacionada con la desaparición de su carácter como enclave defensivo de las líneas musulmanas, cuando precisamente Alfonso VI, en el transcurso de la Reconquista, logró la rendición del Rey de Toledo tras la conquista de Guadalajara, demoliéndose a continuación las líneas de atalayas de las zonas fronterizas. No volverán a encontrarse referencias al municipio de Alcorcón hasta el siglo XVI con la aparición de las Relaciones topográficas de Felipe II.
Es el historiador Julio González, quien nos habla de que esta parte de la Meseta era una zona despoblada, circunstancia que se agravó aún más con la llegada de los musulmanes. Al despoblamiento del sur de la Meseta, en la que prácticamente no había ningún núcleo rural hasta la cuenca del Tajo, se unió la desertización del norte del Sistema Central, ya que los primeros reyes cristianos, para superar su debilidad, la despoblaron hasta el sistema Cantábrico, tardando cerca de dos siglos en establecer una frontera en el río Duero. Por tanto, el Sistema Central, con más de 400 km de longitud y con altitudes que llegan a los 2000 m. fue, durante casi cuatro siglos, una barrera natural y efectiva entre los reinos musulmanes y cristianos y sus pasos naturales y antiguas calzadas fueron usados tanto por unos como por los otros en sus respectivos ataques e incursiones. Así, según Julio González, las rutas por las que circularon las expediciones militares musulmanas, nunca pasaron por Alcorcón.
Sin embargo, Luis Palacios y José L. Rodríguez, argumentan en su libro Alcorcón. El despertar de una ciudad desde su historia todo lo contrario: podemos considerar como muy probable que hayan sido musulmanes quienes dieran nombre al lugar y además, introdujeran el trabajo de la alfarería que ha dado merecida fama a sus habitantes durante varios siglos. En definitiva, es posible afirmar (o imaginar) que el núcleo primitivo de población que se estableció en lo que hoy es el casco viejo, con carácter permanente lo conformaron musulmanes o hispano-musulmanes, y que lo hicieron en torno a una torre de vigilancia y, tal vez, una mezquita. Desde luego, la falta de referencias en épocas romanas, godas y visigodas, abona la teoría de suponerlo creado por musulmanes entre los siglos IX y X, en el contexto de las luchas entre cristianos y musulmanes en torno a las ciudades próximas al enclave. Como sabemos, los musulmanes, procedentes de África, habían penetrado en el sur de la Península en el siglo VIII y después avanzado por su interior hasta ocupar la mayor parte de la geografía peninsular.
Siguiendo esta línea, para varios investigadores como Lorenzana, Madoz, Rosell, etc., el nombre de nuestra ciudad tiene un origen árabe y procede de al-gor, alcor o al-kur, palabra que significa cerro, colina o collado y se denominó así por estar el pueblo situado en un altozano. Por tanto, Alcorcón habría sido en sus orígenes una atalaya o torre-vigía, sobre un altozano, destinada a vigilar los movimientos de las tropas cristianas y proteger las ciudades árabes de Alcalá, Talavera y Medina Magerit (Madrid), apoyándose para ello en la orografía de la Sierra Madrileña, barrera natural que dificultaba a leoneses y castellanos el acoso de Toledo.
La conquista de Toledo por parte del Rey Alfonso VI en 1085 provocó que pasara a estar bajo su control la marca media musulmana. Entre las ciudades conquistadas estaba Madrid convertida en ciudad de realengo y, dentro de cuya demarcación, estará incluido el territorio de Alcorcón. En las capitulaciones entre los musulmanes y el Rey Alfonso VI y, en relación a las ciudades que se entregan al reino, figura Alcorcón, pero quedan integradas al reino de Toledo, propiedad del Monarca. Una vez ocupados estos terrenos, los musulmanes serían expulsados por los invasores cristianos y desplazados a los arrabales y, en esta búsqueda de territorios donde vivir sin problemas, seguramente algún grupo de musulmanes se asentó en lo que hoy es nuestro municipio, suficientemente lejos de la almudaina de Madrid y, en una zona con buen barro y aguas subterráneas para realizar sus trabajos de alfarería. Cabe pensar que este pequeño núcleo era un enclave rural, dedicado fundamentalmente a la agricultura de secano, debido a la calidad de sus tierras y a la fabricación de piezas de alfarería, antes citadas.
El primer documento medieval que hace referencia a Alcorcón, data de 28 julio de 1208, en el cual se menciona la Cañada de Alcorcón como camino de tránsito para el ganado lanar y referido al lugar donde está ubicada tal cañada, la cual sirve de linde para el Concejo de Madrid. Como el pleito que recoge dicho documento no estaba solucionado, se harán otros nuevos que confirmen los límites de dicho Concejo, y en ellas siempre aparece el término Cañada de Alcorcón. Seis meses después, el 12 de diciembre de 1208, se confirma en otra carta la propiedad de la cañada de Alcorcón, de un millar de ancho hasta el valle del Maro (Valdemoro), al Concejo de Segovia para que sus rebaños pudieran desplazarse a la propiedad del Concejo en zona de Valdemoro. No fue hasta la época de Fernando III, 1217-1252, cuando los límites del Concejo de Madrid estén más claros, con tres sexmos o compartimentos rurales: Aravaca, Vallecas y Villaverde. Alcorcón estaba incluido en el sexmo de Aravaca.
En 1383 tenemos noticias de que la población fue entregada a D. Pedro de Mendoza para, posteriormente, volver a posesión real. Esta fugaz pertenencia de la propiedad real a manos de un noble se debió al continuo enfrentamiento que hubo entre la nobleza y los sucesivos reyes de la casa de Trastámara por ver quién cedía privilegios y posesiones. Será en 1485 durante el reinado de los Reyes Católicos, cuando se produzca la división de los términos municipales de Alcorcón y Móstoles. También en 1496 se pusieron las lindes entre las jurisdicciones de Madrid y Toledo (Alcorcón pertenecía a Madrid, y Móstoles a Toledo). Tenemos que esperar al reinado de Felipe II (1556-1598), para tener la primera referencia documentada en la que se habla con extensión de la existencia del Ayuntamiento de Alcorcón y se encuentra en las Relaciones Topográficas de Felipe II que recoge la descripción de Alcorcón con fecha del 17 de enero de 1576 y que dice así:
[…]El pueblo que no tiene más de 140 casa bajas de tapial y unos 170 vecinos, la mayoría pobres; es una aldea de la villa de Madrid y de su jurisdicción que dista de ella dos leguas largas estando dentro del reino de Toledo; su nombre siempre ha sido Alcorcón, no se sabe cual fue su fundador y si la aldea se ganó a los moros […] Un lugar falto de leñas, por lo tanto, de bosques y dehesas, tienen tierras de labranza: trigo, cebada y centeno, con muy poca ganadería (ovejas) […] es un lugar airoso por estar en lugar alto; es fresco en todos los tiempos y ha habido en él siempre muy viejos de más de cien años y que han vivido muy sanos. Está falto de aguas porque en él hay pocos pozos y una fuente, de la que beben agua, tiene poca agua, aunque buena [...]
Además se dice que es aldea de la Villa de Madrid y de su jurisdicción y lugar de realengo. Se citan como alcaldes a Antón Moreno y Martín Escolar. Se cuenta que vivían 177 vecinos (708 habitantes aprox.) que ocupaban 140 casas. En el capítulo II se lee: […] no se ha podido hallar la antigüedad de dicho lugar, ni quien fue su fundador [...]. Por ello, frente a la opinión más generalizada de que Alcorcón es de origen musulmán, creemos que unos grupos de alfareros musulmanes, oficio muy común dentro de la villa de Madrid, por la presión social y política que padecen, buscan un lugar tranquilo para poder vivir y trabajar en torno a, la que podía ser actualmente, la Plaza del Tejar de Alcorcón. Posteriormente, un grupo de cristianos, debido a la presión demográfica del norte peninsular y a las facilidades dadas por los reyes castellanos, se asientan en la zona que actualmente puede corresponder al Prado de Santo Domingo y fundan una pequeña población, probablemente de origen agrícola.
Cabría suponer que este grupo de cristianos viene de la zona norte trayendo un santo para que les proteja, Santo Domingo de la Calzada, o como se le conoce en Alcorcón, San Dominguín, por su reducido tamaño. Y junto a sus casas de adobe levantan una pequeña ermita: Santo Domingo de la Ribota, o de la Rivera. En las mencionadas Relaciones aparece esta ermita como un lugar de mucha devoción, indicando que debió haber una población que había desaparecido hacía unos ochenta años, debido a una gran mortandad, circunstancia ésta muy frecuente durante la Edad Media, por las ínfimas condiciones en que se vivía. Como iglesia parroquial, figura Santa María la Blanca. Pero no están suficientemente datados ni su primitivo origen de mezquita ni su posterior transformación en iglesia cristiana. Según el informe de la restauración de 1992, realizado por la Comunidad de Madrid, sabemos que es el edificio más representativo del lugar, situado sobre un altozano, donde se supone que se encontraba la mezquita. Pero las primeras referencias están en las Relaciones de Felipe II, y la actual iglesia puede fecharse entre finales del siglo XVI y principios del XVII para la cabecera y el ábside, finalizando su construcción en el siglo XVIII. Según este informe no se han encontrado restos de una iglesia anterior a esta. La fecha más antigua que aparece en ella es la de una lápida sepulcral (3 de Julio de 1595) que está bajo el actual pavimento.
La población aumentó de manera progresiva, quizás debido a que por Alcorcón pasaba el Camino Real de Madrid a Extremadura y el camino Cañada de Valencia y Toledo a Segovia. Pedro Rodríguez Carbajo en su libro Alcorcón en los Archivos (años 1751-1761. El Catastro de Ensenada), nos relata que el paso de estos caminos por Alcorcón también provocaba molestias entre los vecinos. Así en 1761 protestaron del paso de los regimientos de soldados porque las reses que traen a Madrid les comen las hierbas del Prado de Santo Domingo y no pueden utilizarlo los vecinos. A través del Catastro de Ensenada (1751-1754) sabemos que, en esas fechas, en Alcorcón vivían 227 vecinos (908 habitantes aprox.) * y que existían 242 casas, muchas de ellas ruinosas. Pero lo más importante es que ya aparece el dato concreto de la existencia del importante negocio de la alfarería en nuestro municipio. En ese momento estaban trabajando 54 alfareros de los que conocemos sus nombres y apellidos. Según se nos dice, jornaleros que alternaban sus tareas del campo con la alfarería, actividad de la que ya se mostraban orgullosos los de Alcorcón en 1575: […] lo que se labra en el dicho lugar mejor que en otra parte es cántaros, ollas, jarros y puchericos, y esto se labra tan bien y es el barro tan a propósito, que se llevan a muchas partes lejos, y se tienen en mucho en todo el reino[…]. También sabemos que había 2 tabernas, 2 mesones, 2 tiendas de abacería-mercería y una carnicería.
[*Nota. En el censo de vecinos únicamente se registraban quienes tenían una propiedad y estaban obligados a contribuir. Habitantes eran todos los que residían en el lugar (vecinos, nobleza, clero, indigentes y otras personas que residían en torno a cada vecino)].
Sobre la extensión del término municipal, en el Catastro de Ensenada recoge que mide poco mas de una legua (5572,7 metros) tanto de levante a poniente como de norte a sur, y cuatro de circunferencia. Sus lindes serían, al levante, Leganés y Carabanchel, a sur con Polvoranca y Fuenlabrada, a poniente con Móstoles y al norte con Pozuelo y Boadilla. Define su figura como óvalo largo y estrecho, como vemos en la imagen siguiente:
Según se recoge en el citado libro Alcorcón. El despertar de una ciudad desde su historia, […] poco debió cambiar la vida en Alcorcón en el trascurso de los siglos XVII y XVIII. Los habitantes del pueblo continuaron centrando sus esfuerzos en labores agrícolas, básicamente el cultivo de cereal, y la industria alfarera […]. Pero, siendo esto cierto, no debemos pasar por alto la posibilidad de que el pueblo experimentara cierto auge durante el siglo XVII, período durante el que se representan en la Corte varias obras teatrales en las que el pueblo aparece como eje o lugar ocasional del desarrollo de la trama. Sin embargo, en las décadas siguientes, Alcorcón experimentó un serio retroceso como consecuencia de las hambres endémicas y la guerra de Sucesión acontecida a la muerte de Carlos II de Austria.
A partir del reinado de Felipe II los documentos sobre Alcorcón van a ser más numerosos. Así, durante el llamado Siglo de Oro, Alcorcón aparece en varias obras literarias, como La Tarasca del Alcorcón/El Alcalde de Alcorcón o El Ollero de Alcorcón. También encontramos una fuente de información, de carácter costumbrista, en los protocolos depositados por los escribanos que abarcan los periodos de 1571 a 1768. Algunos de ellos pueden consultarse en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid.
En 1812 la mayor parte de sus habitantes abandonaron el pueblo por la escasez de alimentos y enfermedades. Su recuperación fue muy lenta y en 1847-50 sus 105 vecinos (392 almas) vivían en 80 casas distribuidas en 4 calles y plaza, según recoge el diccionario de Pascual Madoz, donde además se recoge que eran frecuentes los cólicos saturninos, envenenamiento por plomo, apuntando como posible causa al proceso de fabricación del vidriado.
En 1890, con la entrada en servicio del Ferrocarril a Navalcarnero, se consolida la recuperación de la población iniciada a mediados del siglo XIX, momento en el que Alcorcón comienza a experimentar un paulatino crecimiento que se acelerará en el transcurso del Siglo XX.
Alcorcón siglos XX y XXI
En 1910, ya cuenta con 748 habitantes y su infraestructura urbanística es de 130 viviendas. Es en esta fecha, cuando entran en vigor las primeras Ordenanzas Municipales, como primer documento regulador de la actividad local, fundamentalmente en lo que a aspectos de política urbana y de salud pública, se refiere. Es ahora cuando se reseñan las distintas disposiciones que regulan la industria alfarera, de tan gran tradición en el municipio, y cuya ubicación estaba fuera del casco de la ciudad. La principal ocupación de la población seguirá siendo la agricultura y la ganadería ovina que se complementará con algunas industrias como la fabricación de jabón, el almacenaje de aceite y fundamentalmente la fabricación alfarera de reconocida calidad al menos desde el siglo XIX. Al terminar la contienda civil, superado el primer tercio del S. XX, comienzan a elaborarse una serie de planes de ordenación dirigidos a reconstruir el urbanismo de la ciudad y su entorno. Alcorcón, que se encuentra ubicado en las cercanías de Madrid, se ve incluido en los distintos planes, tanto de la Administración Central como del Ayuntamiento de Madrid. El objetivo era la descongestión de la capital, potenciando la formación de una serie de ciudades satélites, separadas de la capital mediante un anillo verde que circundara la ciudad. Este plan asignaría a Alcorcón la función residencial dentro de los núcleos de población de la zona sur. Supuso el primer plan, de ámbito municipal, de carácter metropolitano que incluyó a Alcorcón como medio de descongestión de Madrid. Hasta los años sesenta, Alcorcón sigue manteniendo su estructura rural cuya economía se basaba en la agricultura y la alfarería, ésta última en franca decadencia.
No es hasta mediados del siglo XX, en concreto principios de los 60, que el municipio empezó el camino que le ha llevado a convertirse en la gran ciudad que es actualmente. En esas fechas comienza el desarrollo urbano de Alcorcón con el inicio del barrio de San José de Valderas y la construcción en el casco urbano. En 1958, se comienza a edificar el barrio de San José de Valderas, en la zona próxima a los Castillos, situado a unos dos km. del casco urbano y desligado de él, promoviéndose una operación de carácter especulativo en dicha zona. Asimismo, en 1959 se parcela una línea situada al sur del núcleo, creándose tres zonas sobre las que se edificaron una serie de viviendas en las que se fueron instalando las clases obreras que comenzaron a llegar al municipio.
En 1968 se aprueba el Plan General que irá acompañado de la aprobación de diferentes planes parciales (Plan parcial del Este, Urtinsa…) que propiciará el establecimiento de nuevos edificios e industrias. Comienzan a trasladarse un importante número de familias y matrimonios jóvenes que, a su vez, generan un gran crecimiento. La población pasa de 3356 habitantes y 800 viviendas en 1960 a 46.073 habitantes y 16.525 viviendas en 1970. En 1971 Alcorcón pasó oficialmente de pueblo a villa y se produce un espectacular crecimiento de la población. En 1975 cuenta con 112.048 habitantes, para 1980 ya son 140.957 personas y existían 44.573 viviendas. A partir de ese momento, el municipio ha continuado creciendo de una manera más moderada y racional, con buenas infraestructuras y equipamientos apropiados para su tamaño. Desde abril de 2005 está clasificada oficialmente como gran ciudad. En 2023 la cifra de habitantes de Alcorcón es de 171.772.
A continuación mostramos una imagen que refleja el crecimiento demográfico de Alcorcón desde 1576:
Bibliografía seleccionada para conocer la historia de Alcorcón:
- Ayuntamiento de Alcorcón. (1985). Ahora un plan de futuro. Plan de General de Ordenación Urbana. El Ayuntamiento.
- Cantó Téllez, A. (1958). El turismo en la provincia de Madrid. [s.n.].
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- González, J. (1960). El reino de Castilla en la época de Alfonso VIII. CSIC: Escuela de Estudios Medievales.
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- Madoz, P. (1849). Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (Vol. 1). imp. Pascual Madoz. Enlace digital: https://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000176537
- Palacios Bañuelos, L., & Rodríguez Jiménez, J. L. (1999). Alcorcón. El despertar de una ciudad desde su historia. Ed. Ayto-Alcorcón.
- Puerta, Juan de la fl. (1699-1724) El Ollero de Alcorcón, en Loa, y celebridad del real nacimiento de nuestro príncipe, y señor D. Luis Primero de Asturias explica su grande amor en este romance jocoso. Ed. Juan de la Puerta en las siete revueltas [sic]. Enlace digital: https://datos.bne.es/edicion/bima0000108090.html
- [Relaciones de pueblos de España hechas en tiempo de Felipe II, por los años de 1574 a 1580] Enlace digital: https://rbmecat.patrimonionacional.es/bib/678
- Respuestas Generales del Catastro del Marqués de la Ensenada (1750-1754). Enlace digital: https://pares.mcu.es/Catastro/servlets/ServletController
- Rodríguez Carbajo, Pedro. (2008). Alcorcón en los archivos (años 1751-1761. El Catastro de Ensenada) en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Instituto de Estudios Históricos del Sur de Madrid Jiménez de Gregorio.
- Universidad Popular de Alcorcón, & Ayto. de Alcorcón, Concejalía de Cultura. (1997).Imágenes de Alcorcón: Un paseo a través del tiempo. Universidad Popular de Alcorcón.